Si hay un punto que suele ser tema de
dificultad en una pareja, y sus conflictos, ese es la familia. La
padres de él/ella, cuñados, etc. son una, nada despreciable, fuente
de conflicto hasta el punto que a veces nos planteamos si es
realmente un beneficio el tenerles cerca o si, por el contrario, la
distancia no sería una mejor solución.
Suegras/os que sentimos que invaden
aspectos de la vida privada, de la educación de los hijos, de la
manera de vivir, etc; invasiones que, en ocasiones, lleva a la pareja
a un posicionamiento que deja el terreno dividido entre “con
nosotros o contra nosotros” con consecuencias nefastas para la
pareja.
Por lo común es el nacimiento de un
hijo el que precipita todo ( pareciera que los padres/suegros
entienden el ámbito privado, íntimo de la pareja , pero en cuanto
nace “su nieto” esta frontera se perdiese).
La educación, la transmisión de
normas y valores, los medicamentos y curas que el niño debe tomar
cuando se enferma suelen ser los disparadores de un conflicto que, si
es llevado mal, puede llevar a grandes heridas en cada miembro de la
pareja e incluso al divorcio.
¿Qué se hace con una familia y qué
con la otra?
¿Cuánto tiempo se compartirá con
cada una de ellas?
¿Cómo se gestionan los mensajes de
una familia a otra (“mi madre piensa que no deberíamos llevar a
los niños a....” “mi padre cree que deberías....o
deberíamos....”)?
El tema de la legitimidad de estos
discursos. Si nuestro marido acepta lo que sus padres le dicen o
cuestionan...si nuestra esposa lo mismo.
En mi opinión lo importante es cómo
esta nueva pareja va desarrollando una nueva estructura familiar,
unos nuevos códigos propios que, sin dejar de pertenecer a la
familia extensa pueda tener el suficiente desarrollo para enfrentar
sus proyectos particulares y resolver los problemas y conflictos por
sí misma.
“La unión de dos personas con la
intención de formar una familia, constituye el comienzo formal de
una nueva unidad familiar. Pero entre la iniciación formal de una
familia y la creación de una unidad viable hay un gran trecho. Una
de las tareas que enfrenta la nueva pareja es la negociación de su
relación con la familia del cónyuge. Además, cada familia de
origen debe adaptarse a la separación o separación parcial de uno
de sus miembros , la inclusión de un nuevo miembro....”. “Si las
estructuras de las familias de origen, instauradas desde hace mucho
tiempo no se modifican, es posible que llegue a amenazar el proceso
de constitución de una nueva unidad (familiar)” .(entre-paréntesis
nuestro)(1)
1- Salvador Minuchin. Familias y
terapia familiar. Editorial Gedisa. 2009.